lunes, 19 de septiembre de 2011

Mi finde en Cabo de Gata...

Bonjour!

He vuelto ya de Cabo de Gata, Almería, donde pasé unos días con unas amigas nuevas, chicas estupendas y encantadoras, un poco raras, pero muy graciosas.
El jueves pasado nos montamos en el coche para afrontar seis horas en la carretera que se convirtieron en ocho…pero se me hicieron cortas, entre las canciones, las conversaciones y las locuras varias.
Llegamos a la increíble casa en Retamar, lugar cercano a San José, donde nos hospedaríamos todo el fin de semana, reparto de habitaciones, olor a sal y puesta de sol que hacía recuperar energías.

La zona es increíble: playas, calas y montañas apenas explotadas por el ser humano, con caminos de tierra que llevaban a paraísos cálidos de aguas cristalinas. Pudimos incluso interaccionar con los peces! Se nos acercaban muchísimo, supongo que para saber qué narices era aquello que rompía su paz.


Las playas a las que fuimos fueron las de Monsul y El Plomo. Otras como la cala de los muertos la descartamos porque el camino era angosto y no era recomendable andar mucho bajo el sol almeriense con el cuerpo lleno de pizza. Sí, pizza, que junto con el pescaíto frito componían la oferta gastronómica del lugar (ay que rico todo!!!)

Muy recomendable es también dejarse caer por alguno de los pueblecillos de camino a las playas. Blanco nuclear en las casas, de arquitectura reconociblemente andaluza, con flores y decoraciones originales que le daban color a todo el paisaje. Una palabra? Alegría!

Las ansias de ocio nocturno nos hicieron visitar “La Jaima”, una Jaima anclada al lado de la playa con música bailable, ambiente despreocupado y esa sensación de lugar donde está toda la gente joven y no tan joven con ganas de vida nocturna.

El dia de recoger llegó….y tras dejar a una compañera de viaje en Granada hicimos escala en Jaén, donde me encontré con una vieja amiga aparentemente afectada por el alcohol, le habría dicho algo, pero me quedé cuidando el coche perdiéndome el marisquillo, las puntitas, los heladitos, y la invitación a una ronda por parte de la casa. Sitio tranquilo Jaén, en mitad de un camino entre olivos………..


Ya en Madrid, recordando el olor a mar, la brisa húmeda y la salitre en la piel…algo quiso que el tráfico del domingo hiciese difícil el camino a casa…deberíamos haber dado media vuelta, porque la luna llena es más llena cuando se refleja en el Mediterráneo.



3 comentarios:

  1. Te aseguro que el camino angosto de la playa de los muertos vale la pena!!!

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  2. Muchas gracias por el consejo...muchas veces el camino difícil es el que te lleva a los lugares más bonitos.. ;)

    Pd: lo tendré en cuenta para la próxima

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